La Administración Pública
Una de las líneas argumentales más sólidas en el pensamiento relacionado con el software libre es el papel de las administraciones públicas. A diferencia de otros campos, cuando algunas administraciones financian el desarrollo de software, la titularidad sobre los derechos de ese software quedan en manos de los contratistas que lo desarrollan. Muchos entonces clamamos al cielo y nos preguntamos, tal y como se titula el primer ensayo de este capítulo, ¿Qué se hace con mi dinero?. A fin de cuentas, las administraciones públicas tienen una serie de obligaciones contraídas con sus ciudadanos y, como se defenderá en este artículo, van más allá de la compra de software y servicios relacionados.
PADREs y otros parientes oficiales presenta uno de los grandes problemas con el que nos encontramos los usuarios de sistemas operativos libres: pagar nuestros impuestos. Y ya no es que sea más o menos doloroso tener que hacerlo. El problema se agrava, ya que el famoso programa PADRE sólo está disponible para sistemas Microsoft Windows, lo que hace que, sin lugar a dudas, esto de cumplir con el fisco sobrepase el umbral del dolor. Aprovechando la ocasión para exigir un PADRE para todos, también se ofrecen argumentos de por qué hacerlo con software libre tiene mucho sentido.
CEE: Ciudadanía Electrónica Europea es un ensayo de más altos vuelos en el que se presentan varias propuestas para mejorar la democracia en la que vivimos. Al fin y al cabo, seguimos teniendo una democracia que se acuñó a principios del siglo pasado y que no ha evolucionado mucho en sus formas y métodos... ¡y eso que nadie discutirá lo mucho que el mundo ha cambiado! Entre esos cambios, cómo no, están los del campo de las tecnologías de la información. En este artículo se pueden encontrar unas cuantas ideas al respecto.
Hace pocos siglos nadie hubiera apostado por tener a nuestra disposición trabajos tan complejos y elaborados como una enciclopedia o un diccionario. Desde hace relativamente poco en comparación con la historia de la humanidad, los hemos tenido a nuestra disposición gracias a la organización de generalmente unos pocos que han dedicado mucho tiempo y esfuerzo a que esto sea posible. Pero lo que hace tiempo supuso una gran revolución, hoy se ha quedado pequeño. Un ejemplo de lo que se comenta lo podemos encontrar en El Diccionario de la Real Academia de la Lengua. Y es que la Real Academia de la Lengua podría aprender muchas cosas del sistema en que se genera y difunde el software libre. La idea es muy simple: utilicemos las herramientas y métodos de trabajo colaborativo que han hecho de muchos proyectos de software libre un éxito y apliquémoslas en la (re)generación del Diccionario. Es probable que de esta forma los objetivos originarios de la Real Academia de la Lengua se vean potenciados de manera indiscutible.