La historia cercana
Desde que Richard Stallman abandonó el MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) para iniciar el movimiento del software libre ya han pasado 20 años. Entonces una impresora de última generación traía de cabeza a Stallman (y a todo el equipo de inteligencia artificial del MIT), ya que a la hora de imprimir se atragantaba frecuentemente con el papel. Cuentan que era decepcionante llegar al cuarto de la impresora y ver cómo tu trabajo todavía no estaba impreso, porque se había quedado atascada en uno anterior. Stallman decidió llamar a la empresa que fabricaba la impresora y les pidió el código fuente del driver de la impresora para añadir una funcionalidad en principio bastante simple para un buen programador como era él: que cuando la impresora se atascara, avisara a la persona cuyo trabajo estaba siendo imprimido para que éste la desatascara de inmediato.
Lo que recibió por respuesta fue una negativa, ya que el código fuente de esa aplicación era parte sustancial de la propiedad intelectual y de la ventaja competitiva de la empresa fabricante. A Stallman parece que esto no le sentó muy bien y seguidamente decidió lanzar un manifiesto en favor del software libre y crear un proyecto cuya finalidad era tener un entorno informático completo que usara únicamente software libre. Y el resto es historia...
Y de toda esa historia, la más cercana, la relativa a los últimos años es la que se comenta en la siguiente serie de artículos. Así, ¿Cómo van los proyectos de software libre? es un breve resumen de lo acontecido en el año 2000 dentro del panorama del software libre. En esos tiempos, los grandes logros fueron pasar del entorno bidimensional de la shell (de uso exclusivo sólo para hackers, al menos todavía no he conseguido que mi madre haga uso de ella) a uno tridimensional, algo comúnmente conocido como la conquista del escritorio.
El ensayo ¿Está GNU/Linux listo para su uso masivo? aborda el estado de GNU/Linux en la segunda parte del año 2001, cuestionándose si pasarse al sistemas GNU/Linux era una tarea abordable para el usuario de a pie. Ya entonces, a pesar de los más que notables avances que hacían que el uso de software libre posiblemente pudiera ser utilizado por casi todo el mundo, muchos -incluso linuxeros- todavía pensaban que el software libre no estaba lo suficientemente maduro. Como el avispado lector habrá notado ya, situar este artículo en el capítulo dedicado a comentarios históricos no es más que fiel reflejo de que el debate a día de hoy posiblemente esté más que cerrado: el software libre está listo para el uso general. O, al menos, eso piensa el editor de esta obra, quién sabe si llevado en demasía por el optimismo.
En el análisis de lo que pasó en el 2001, que se podrá encontrar en Y pasó otro año, se puede ver cómo el software libre había dejado ya atrás la idea de ser el sistema de unos pocos elegidos para ser utilizado de forma notoria, a veces incluso masiva, en cualquier entorno y para cualquier dispositivo. Este año también es recordado como uno de los más duros dentro del sector de las tecnologías de la información: los felices años de finales de milenio dieron pie a la crisis de las punto com y el sector empresarial ligado al software libre, todavía una solución por la que había que apostar fuerte, sufrió en sus propias carnes la falta de fondos y confianza.
El último repaso histórico corresponde a Mis notas sobre el 2002. Las estrellas, entre otras que también se mencionan, son las grandes apuestas de las administraciones que se apoyan en el uso de software libre (LinEx), la disponibilidad de soluciones fáciles ya no sólo de usar, sino también de instalar (Knoppix), la aparición de una suite ofimática completa (OpenOffice.org) y la consolidación de un navegador rápido, potente y completo (Mozilla) que ha dado pie a una gran familia de aplicaciones. Por último, también se comentan los peligros que acosan al software libre, un tema que será tratado convenientemente y en mayor profundidad en el siguiente capítulo.